El rockero murió a los 71 años; en abril pasado se había sometido a un trasplante de hígado
Pocos músicos pueden jactarse de haber sido descubiertos por Andy Warhol, de pertenecer a un grupo considerado de culto y lograr una exitosa carrera solista por más de cuatro décadas, así como darse tiempo para ser un artista de la pintura. Uno de ellos fue el músico Lou Reed, quien este domingo falleció a los 71 años de edad encumbrado como un artista multidisciplinario que cimentó las bases del rock alternativo.
Aunque acapara titulares, su muerte no fue una sorpresa ya que en los pasados meses Lewis Allen Reed, mejor conocido por sus fans como “Lou” y por sus amigos más cercanos como “Lulú” presentó una serie de problemas de salud que lo orillaron a someterse a un trasplante de hígado en abril de este año del que resultó bien librado.
Antes de someterse a la intervención quirúrgica, el músico estuvo al borde de la muerte como lo reveló en aquel momento a The Times su esposa Laurie Anderson: “Está muy grave, muriéndose. No creo que se recupere totalmente”.
No obstante a los 10 días de dicha intervención, el cantante que llegó a colaborar con artistas como David Bowie tuvo que ser hospitalizado en Nueva York a causa de una severa deshidratación.
A partir de ahí, la salud del ex integrante y fundador de Velvet Underground se vio mermada y nunca pudo recuperarse derivando en su fallecimiento la manaña de ayer, aunque el parte médico aún no ha sido revelado.
Y es que tras años de luchar contra su adicción al alcohol y las drogas, el creador de “Perfect day” reconoció a inicios de este año que se encontraba ante una nueva oportunidad la cual había conseguido gracias a la donación de hígado.
Del underground a la cima
Lou Reed nació en Freeport, Long Island, Nueva York, el 2 de marzo de 1942, lugar que lo vio crecer y convertirse en la década de los 60 en un prolífico músico que los mismo fue precursor del rock alternativo que un destacado músico solista.
Luego de separase de la banda The Velvet Undergound en 1970, Reed comenzó su carrera solista que lo posicionó como uno de los pilares del rock.
Entre sus principales discos publicados se encuentran Berlin, Transformer, Rock’n Roll Animal, Take No Prisoners y New York.
Aunque navegó en el cambiante mundo musical por más de medio siglo, el cantante pudo reinventarse en con cada nueva época, hecho que hace que diversos críticos lo cataloguen como un artista inclasificable.
En su extenso repertorio existe un cúmulo de himnos dedicados a la adolescencia, a la incomprensión y otras más que se pronunciaban en contra de la represión, entre ellas se puede mencionar “Walk on the wild side”, “Transformer” y “Sweet Jane”. Con Velvet creó temas que han pasado a la historia como “Heroin” y “I’m Waiting for the Man”.
Glam, punk, rock alternativo, todos son impensables sin su ejemplo revelador”, escribió Jon Dollan en la revista Rolling Stone, la primera en reportar su muerte.
Reed, el violinista John Cale, el guitarrista Sterling Morrison y el baterista Maureen Tucker se presentaron por primera ocasión como The Velvet Underground en 1965.
Los Velvets abordaron tópicos tabú como la adicción a las drogas, la paranoia y la experimentación sexual, según su biografía en el sitio del Salón de la Fama del Rock and Roll.
La mitología del rock sostiene que aunque estuvieron juntos solo algunos años, todo el que fue a un concierto de The Velvet Underground salió e inició una banda.
Intérpretes como David Bowie, R.E.M. y U2 han citado a la banda como una inspiración.
En 1970, Reed dejó a los Velvets por una carrera como solista en la que presentó clásicos como Walk on the Wild Side y Sweet Jane.
La esposa de Reed, Laurie Anderson, dijo al diario The Times de Londres este verano que Reed fue sometido a un trasplante de hígado en mayo.
