Un jurado de Los Ángeles decidió este miércoles que la empresa AEG Live contrató al doctor Conrad Murray, pero también determinó que la empresa no fue responsable de la muerte por sobredosis de fármacos de Michael Jackson. El veredicto termina un juicio de cinco meses.
El jurado decidió que Murray era competente, así que aunque AEG Live lo contrató, no era responsable por la muerte de Jackson y la empresa no debe pagar millones de dólares en concepto de indemnización a la familia Jackson.
"Michael Jackson era un socio creativo y un amigo", dijo el CEO de la compañía, Randy Phillips. "Perdimos a uno de los grandes genios musicales del mundo, pero me siento aliviado y profundamente agradecido de que el jurado reconoció que ni yo, ni nadie en AEG Live, desempeñó un papel en la trágica muerte de Michael".
El jurado aceptó los argumentos de los abogados de AEG Live de que la compañía no fue negligente porque sus directivos no tenían forma de saber que Murray —con licencia para practicar la medicina en cuatro estados y que nunca fue demandado por mala praxis— era un riesgo para Jackson.
El cantante era un drogadicto en secreto que mantuvo oculto, incluso de sus familiares más cercanos, su uso de propofol para dormir, dijo el veredicto.
La madre de Jackson y sus tres hijos demandaron a AEG Live en 2010, alegando que la negligencia de la empresa en la contratación, retención y supervisión del doctor Conrad Murray fue un factor en la muerte del cantante, el 25 de junio 2009.
Jackson murió de una sobredosis del anestésico quirúrgico propofol. Murray dijo a los investigadores que lo estaba usando para tratar el insomnio del cantante, a fin de que pudiera descansar y acudir a sus ensayos.
Murray podría quedar libre a finales de este mes, después de cumplir dos años por homicidio involuntario.
Jackson murió pocos días antes de su gira de regreso, promovida y producida por AEG Live y programada para el verano de 2009.
Para llegar a su veredicto, el jurado tuvo que responder a la pregunta: ¿AEG Live contrató a Murray?
Los abogados de la empresa sostuvieron que Jackson eligió a Murray, quien lo había tratado durante tres años, como médico de familia, pero la contraparte argumentó que los organizadores optaron por negociar su propio contrato con el médico, para que pudieran controlarlo.
