Vive Latino 2014: día 3 ...Xtreme rock Radio Monterrey

Vive Latino 2014: día 3
Los Tigres del Norte

Si una palabra tuviera que definir la presentación de Los Tigres del Norte en el Vive Latino, esa sería 'histórica'. Tal vez suena a cliché, pero antes de aferrarse a esa opinión, lean nuestras razones. Nunca, ninguna banda -ni el reencuentro de Caifanes, ni en los viejos tiempos del festival- había tocado dos horas continuas ni había sido retenida por el público tantas veces.

Anoche Los Tigres debían tocar sólo una hora y media, pero se despidieron seis veces -gracias a los gritos de 'otra, otra'- y terminaron por estar en el escenario dos horas. El setlist fue de 23 canciones, agasajadoras para los que de verdad querían verlos en vivo y también para quienes seguro mentaron madres cuando los anunciaron en el cartel, pero que igual se quedaron a ver el chisme.

La expectativa era alta, ¿sería un show lleno de invitados? ¿Se parecería más a un tributo? O el ambiente de un baile grupero terminaría por imponerse. Sucedió esto último. Es cierto que en cuanto terminó Calle 13 -show anterior en el escenario principal- muchas personas se fueron, pero dejaron huecos sobre la pista que los que se quedaron supieron respetar para bailar. El coro del público a 'Jefe de Jefes', 'La banda del carro rojo', 'La puerta negra', 'Pacas de a kilo', 'Pedro y Pablo' y más, fue impresionante, porque, no se hagan, quienes nos las sabemos crecimos escuchándolas en las fiestas familiares.

Así que no menos fue la respuesta cuando Andrés Calamaro salió al escenario para darle una entrada con sabor a tango a 'La mesa del rincón', la que por cierto quiso cantar completa junto a Hernán y Jorge, pero leerla de una hoja de papel no le funcionó.

Una orquesta con director acompañó a Los Tigres, aunque siendo sinceros, sólo se escuchó en ese intro 'tanguesco' con Calamaro.  La Maldita Vecindad -que había reventado el principal unas horas antes- salió a tocar 'América', rola con la que amagaron con despedirse, pero enseguida volvieron y entonaron 'La tumba falsa'; luego de nuevo dijeron adiós, y regresaron con 'La granja', e igual con 'La jaula de oro', y también por segunda vez con 'Contrabando y traición', y de nuevo Andrés Calamaro en 'La mesa del rincón'.

Entonces supimos que esa era en realidad la última rola de los reyes de la música norteña, quienes pidieron permiso a los organizadores del festival para quedarse más, pero al recibir la negativa, sólo les quedó bajar a darle la mano al público -que seguía pidiendo 'otra, otra'- y a tomarse fotos con los fans.

Por donde la vean, sin duda una actuación histórica a la altura de los XV años del festival musical más importante de América Latina.

Calle 13 
Calle 13 puso a bailar al público asistente al festival, aunque también aprovecharon para enviar un mensaje a favor de la independencia puertorriqueña

Una verdadera fiesta de locos fue la que se vivió esta noche junto a los puertorriqueños Calle 13, quienes se dijeron felices de presentarse en los quince años del Vive Latino y aprovecharon el espacio para pedir la libertad de un preso político en Estados Unidos junto a un Foro Soliluminado por miles de celulares.

"Este tema tuve mucha suerte me salió no sé cómo y estoy contento que todas las edades lo han escuchado desde los chamaquitos hasta jóvenes y fue bien difícil escribirlo. Quiero hacer algo importante para nosotros que es apoyar a un preso político en Estados Unidos sólo por creer en la independencia de Puerto Rico; estamos luchando por ella y quisiéramos tener una sola bandera como ustedes, quiero que tengan sus celulares con la luz para arriba para la liberación de Óscar López", expresó René.

Así fue como sonó "Latinoamérica", antecedido por el gran apoyo del público quienes gritaron "Olé olé calle 13", a lo que Residente dijo: "me van a hacer llorar".

La agrupación liderada por Residente salió a las 21:20 horas haciendo a todos bailar con "Fiesta de locos" y "Baile de los pobres".

"¿Cómo estamos México? estamos muy contentos de llegar acá, empezamos a repartir el disco bajo nuestro sello y vamos a venir luego. Viva México cabrones. Hemos vivido pendejadas pero la situación es disfrutarlas y estar conscientes para que no vuelvan pasar algunas y que sigan pasando otras", dijo René, quien brindó para presentar un tema de su nuevo material Multiviral con "El aguante".

Los gritos comenzaron a escucharse con más potencia cuando, a pesar del frío, decidió quitarse la camisa al ritmo de "Nadie como tu", que fue uno de los temas más coreados, "Cumbia de los aburridos" y la presentación de "Adentro".

El baile y los éxitos continuaron con "Pa'l norte", "Multi Viral", la cual Residente confió que escribió pensando en los movimientos sociales actuales, para dejar un momento romántico con "La vuelta al mundo" y regresar a la potencia con "Tango del pecado" y "Calma pueblo" ,dedicada a los estudiantes que se manifiestan y se despidieron con "Vamo' a portarnos mal" a las 22:35 horas.

Maldita Vecindad

La Maldita Vecindad sabe dar un buen show: En las pantallas se vio cómo llegaron en un coche pachucote. Ya en el escenario, hicieron un intro antes de arrancar con 'Solín' y desde ese momento todo fue una fiesta.
Las pantallas estaban en blanco y negro, y ocasionalmente se veían fragmentos de sus videoclips. Roco dedicó cada una de las canciones: 'Un gran circo' a los que viven de su imaginación, tocaron 'Pata de perro' por un mundo incluyente y 'Morenaza' para pedir respeto a las mujeres.
La noche también sirvió para celebrar las tres décadas y actual reunión de la banda. Cuando sonó 'Lo pasado pasado', tributo a José José, todos cantaron. Siguió 'Fut callejero (pura diversión)' para recordarnos que el verdadero futbol no está en la televisión, sino en la calle, cuando lo jugamos.
Hubo entonces un pequeño ritual, los miles de cuerpos presentes alzaron las manos al cielo y las sacudieron para dejar ir lo malo. Otro momento memorable lo hizo Sax, quien no se quedó con las ganas de aventarse al público.
Llegó el momento de entregarse con 'Don palabras'; luego, cuando sonó 'Pachuco' (dedicada al mero mero Tin Tan), se armó un baile colectivo. Finalmente, tras un muy breve descanso, regresaron para tocar 'Kumbala',  la gente no pidió otra porque fue el cierre perfecto para la presentación de La Maldita.
De la tierra

El metal no faltó en los XV años del Vive Latino, que estuvo a cargo de De la tierra, la superbanda latina de este género. Les bastó agarrar sus instrumentos y comenzar a tocar para liberar la testosterona de un público predominantemente masculino.
'Maldita historia' y 'San Asesino' fueron bien recibidas.
Era su primer concierto solos, hubo fuego y pirotecnia para darle ese toque hardcore. Flavio se paseó con su bajo por el escenario, Andreas hizo solos potentes en su guitarra, Alex ('El vampiro' de Maná) demostró que es uno de los mejores bateristas, Andrés uso su voz áspera para que la gente hiciera headbanging y un circle pit mientras de fondo  escuchaban 'Cosmonauta Quechua'. Se despidieron no sin antes regalar baquetas y plumillas que los metaleros siguieron buscando mucho después de que la banda se marchó.

Caligaris
La agrupación argentina encendió el escenario principal del Foro Sol e invitó a cantar y bailar a sus fanáticos
La cuenta regresiva iba retrocediendo en la pantalla para dar lugar al regreso de la agrupación argentina Los Caligaris al Vive Latino con un ritmo que encendió e hizo bailar a miles en su tercer día pese a la repentina lluvia que cayó en las instalaciones del Foro Sol.

Un video fue el antecesor de su aparición en el escenario principal con "Razón", aunque el micrófono se escuchó bajo durante la mayor parte de su show, globos al cielo y muchos aplausos animaron al público que apoyó a Raúl Sencillez y que a la vez posaron para la foto en Facebook.

"¿Cómo andan chilangos? Los amo un chingo", saludaron sus integrantes para después interpretar "Nadie es perfecto", "No estás", "Mis tres amores", "Florentinos y ferminas" y "Quiéreme así" poniendo a todos a bailar.

Invitando a sus amigos de Dancing Mood con ellos a subir al escenario llegó el turno de "Mi estanciera y yo" y "Kilómetros", con la cual cerraron su repertorio a las 16:45 horas.

"Con esta canción rendimos momentos de homenaje a cada kilómetro que recorremos para vivir este momento inolvidable con ustedes y que siga el viaje", se despidieron.

Kraken 

Pocos asistieron al llamado del Kraken en el Unión Indio, la mayoría estaba escuchando a Los Tigres del Norte en ese momento, así que fue un concierto para verdaderos fans de esta banda colombiana, que fue la encargada de cerrar este escenario porque tiene el respaldo de treinta años de carrera.
Durante una hora tocaron algunos de su clásicos y material nuevo, abrieron con 'Soy real', luego tocaron 'Hijos del sur' y 'La barca de los locos'. Por momentos el bajo no se escuchaba y hubo un par de ocasiones en que las bocinas se saturaban, pero la fina voz de Elkin Ramírez cubrió toda falla.
No era su primera vez en el país, pero igual tocaron 'Méxica' a modo de agradecimiento por la invitación al festival. Otros éxitos de la noche fueron 'No me hables de amor' y 'Frágil al viento', un par de rolas llegadoras que se corearon en ese rincón del Vive Latino.

Vintage Trouble 

Mientras la mayoría de la banda veía por décima vez en su vida a La Maldita Vecindad en el escenario principal, quienes anduvieron en busca de nuevas propuestas se toparon con una joyita en la Carpa Rockampeonato: Vintage Trouble.

El cuarteto es un grupo de blues rock de Los Ángeles, California, que es liderado por uno de los frontman más espectaculares que hayas visto en la vida, Ty Taylor.

El tipo de origen afroamericano tiene una voz perfecta para el
góspel, pero que usa para darle vida al característico ensamble que hace con la guitarra de Nalle Colt, con el bajo de Rick Barrio y la batería de Richard Danielson.

Taylor sabe muy bien cómo ganar fans. Además de la locura que provoca en las personas el género musical que tocan (basta que entonen 'Pelvis pusher'), él interactúa con el público en todo momento, te hace cantar aunque no te sepas ni pío de la canción y lo mejor que hizo anoche: saltarse a la pista con el público y organizar la verbena popular ante unas trescientas personas nada más.