Un caifán camaleónico El público llenó el recinto
Saúl Hernández se acompaña de una orquesta y de la Sonora Santanera para darle sabor a la ''raza'' en el Teatro Degollado
El caifán mayor se arrodilló. Antes de emitir palabra alguna, Saúl Hernández, apostó su cuerpo en reverencia ante un público nostálgico que lo abrazó en un bohemio aplauso la noche de ayer en el Teatro Degollado.
Saúl fue directo. Los recuerdos, los éxitos de hoy y siempre no se guardaron para el final: "Antes de que nos olviden" y "Miedo" abrieron el repertorio que acompaña está gira “La Memoria de los Sentidos, Canciones y Caminos”.
El caifán declamó poesía y también dijo que el país “está en un caos total”, que hay que sanarlo. En la oscuridad del recinto, el público —que llenó por completo su aforo para mil personas— gritó todo tipo de piropos, bendiciones y alabanzas. "Hazme un caifanito", "te amo", "cásate conmigo", "bravo, maestro", gritaban sin censura. Otros optaron por destacar molestos con: "¡Ya siéntense, déjenme ver, shhhhhhhhhh!", para apaciguar a quienes se mantuvieron de pie para fotografiar cada movimiento del intérprete de "La Célula que explota".
Las estrofas musicales siguieron. Los versos de Jaime Sabines antecedieron a "Adiós", mientras que el público entonaba como un coro gospel el ritmo pulcro con el que 12 músicos de la Orquesta Filarmónica de Jalisco salían a demostrar cómo los violines y el chelo tienen una faceta celestial cuando se canta "Mátenme por que me muero".
Saúl dio un concierto que ahondó en la exploración, en complacer sus caprichos. Al público simplemente lo dejó feliz, en tanto que las butacas retumbaron cuando los músicos Marco Rentería (bajo), Gustavo Nandayapa (batería) y Bernardo Ron (guitarra), salieron a escena para sumarse a los temas "Quisiera ser alcohol", "Llévame a tu Sol", "Hoy" y "Detrás de los cerros".
Aunque en esta ocasión no hubo “slam”, los fieles escuchas vieron cómo el caifán de los ochenta mudó a las manchas del jaguar, pero sobre todo, atendiendo los reclamos sociales que Saúl exclamó al recordar a las mujeres muertas de Ciudad Juárez.
Para las 23:00 horas y después de 21 canciones, Saúl Hernández dejó que su cadera y espalda bailaran dando bienvenida a La Sonora Santanera, séquito del ritmo dónde "Cómo tú" desató la euforia de los rockeros tapatíos que también bailaron "La Boa". Antes de irse, Hernández agradeció con "Ayer me dijo un ave", "Viento", y con el himno que dio inicio a esta noche de orquesta y danzón en el Teatro Degollado: "Antes de que nos olviden".
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