Carlos Santana en vivo desde el Ángel de la Independencia
CIUDAD DE MÉXICO (29/MAR/2015).- Con las manos juntas, elevadas al cielo y cerca de su corazón como forma de agradecimiento es que Carlos Santana deleitó a miles de presentes en el Ángel de la Independencia con su virtuosismo en la guitarra. Y cada vez que sus dedos hacían un movimiento generaban diversas emociones.
“Así es como quiere Dios: juntos, unidos, en armonía, con compasión... con compasión. Queremos dedicar con todo corazón esta música a la patrona, a la Virgen de Guadalupe; aspiramos que sea una cosa memorable para ustedes”, saludó.
Y fue de la misma forma en que se despidió, pidiendo paz: “Lo que más queremos, más que nada es que haya paz, justicia, igualdad y compasión en México. Para toda la gente, paz en nuestra mente, en nuestro corazón, en la familia y en el mundo”, expresó.
Todo comenzó con un video de niños bailando en la pantalla trasera. Eso animó a los asistentes mientras sus 11 músicos salieron para aplaudir y prender el ambiente a las 19:48 horas, cuando el músico de 67 años apareció tal como acostumbra: un sombrero negro, pantalón de mezclilla y una camisa con adornos de colores.
Acompañado de una pantalla detrás de él y más diez recuadros en blanco y negro como adornos, interpretó “Toussaint L’Overture”, mientras que el pisó tembló cuando las tres baterías, percusiones, pandero, teclado, guitarras y bajo continuaron con temas como “(Da Le) Yaleo”. Ahí, Carlos se puso al micrófono para cantar y decir: “Vamos México”. El público lo ovacionó con porras que decían: “Santana, Santana”, lo cual agradeció incluso bromeando con que a pesar de no vivir en el país, aún se sabe los modismos mexicanos. Enseguida incitó los gritos de “México, México”.
“No mames wey, no se me ha olvidado, no jodas”, respondió Santana sonriente ante un fan que le gritó: “Eres un chin...”.
Sin un rastro de la lluvia que horas antes se hizo presente, el show continuó muy bailable para entrar un poco en calor. Los acordes de “Europa”, tocados con el músico tan concentrado al grado de cerrar los ojos sintiendo cada nota, trajeron un momento de mayor tranquilidad.
“Te lo digo del corazón, yo soy una reflexión de tu luz. Esta es una canción alivianada por una banda internacional de Guadalajara que se llama Maná, pero primero quiero introducir a mi reina, a mi esposa (la baterista Cindy Blackman)”, expresó antes de incitar el grito de “beso” y complacer al acercase a ella previo a interpretar “Corazón espinado”.
Mientras tanto, a las 20:30 horas, el monumento a sus espaldas apagó sus luces por el denominado apagón por la Hora del Planeta. Ese momento coincidió con la aparición de una camilla que se abrió paso para trasladar a un hombre que requirió de oxigeno. Además, una valla fue derribada por la presión de la multitud, pero elementos de seguridad controlaron la situación.
Las percusiones se hicieron protagonistas para dar pie a la aparición del legendario músico de su banda original Gregg Rolie en los teclados y la voz en “Black magic woman”.
Santana se despidió con una muy mexicana “La cucaracha”, pero los gritos de “otra” lo hicieron volver con algunas canciones más e imágenes del universo, con el Ángel de la Independencia en las pantallas mientras algunas gotas caían del cielo, con ovaciones “Olé, olé, olé ole... Carlos” y una niña sobre el escenario bailando con él.
El Gobierno de la Ciudad de México informó que el concierto del guitarrista Carlos Santana celebrado en el Ángel de la Independencia reunió a 70 mil espectadores y se realizó sin
incidentes.